viernes, 16 de abril de 2021

Nos los Segismundos de la Nación Argentina

Por Ignacio Nicolás Otrino

En el año 1635, el madrileño Pedro Calderón de la Barca escribe la obra “la vida es sueño”, una obra brillante donde Basilio -rey de Polonia- encierra a su hijo, Segismundo, por miedo a que se cumpla un terrible presagio que traería pena y caos al pueblo. Con el paso del tiempo Basilio cuestiona su decisión y decide liberar a Segismundo, devolviéndole el estilo de vida que por derecho le correspondía. Posteriormente, arrepentido, Basilio decide volver a encerrar al príncipe apoyado en el argumento de que, libre de su cautiverio, su comportamiento fue terrible.

Unos muchos años después, cierto gobernante, decide el encierro de su pueblo por el temor a la predicción del oráculo (GGG) consultado. Con el tiempo, el mencionado líder, cuestiona su decisión y decide devolverle a sus gobernados el estilo de vida que por derecho les correspondía. Casi de inmediato se arrepiente de esto último y resuelve volver a encerrar a este terrible pueblo que, cuando libre, hizo las cosas muy mal.

Soy consciente de que estamos viviendo una situación inédita y para la que nadie puede estar debidamente preparado, pero es también un momento donde se hace sentir la ausencia del sentido común entre quienes nos gobiernan. Las decisiones de hace un año quizás no fueron las correctas, el daño es innegable y es grave, y las heridas de todo tipo no parecen que fueran a cerrar pronto. Se nos dice que nos encontramos entre dos alternativas, mas ninguna parece potable y ambas tienen precios que no podemos pagar, lo que al final del día termina siendo irrelevante puesto a que tampoco está en nosotros el poder elegir. Basilio nos encierra y nos libera a gusto y placer, mientras sus Clotaldos -sus lacayos- nos enseñan (o no) y nos vacunan (o no). Nos los Segismundos de la Nación Argentina acabamos pagando con nuestra libertad la desobediencia a las reglas de Basilio, y un nuevo enclaustro es más de lo que podemos soportar. Nuestro presidente aguarda vencer a su fortuna, quiere -como todos- salir de esta situación lo mejor parado posible, escapar al destino que tanto temió, y Segismundo nos recuerda que “(…) la fortuna no se vence \\ con injusticia y venganza, \\ porque antes se incita más (…)”. El pueblo sólo trata de vivir, de sobrevivir, de superar esta situación y de recuperar lo que tanto nos quitó; y cuánto estorba al aprendizaje y al buen comportamiento del pueblo decisiones que no hacen más que alimentar su descontento y desdicha.

Más de 385 años de diferencia entre una historia y la otra, y parecen escritas por la misma mano. Sin ánimos de “spoilear” la obra de Calderón de la Barca, creo que debo advertir que el pueblo no reacciona muy bien al segundo encierro. Sin ánimos de polemizar, lo digo como abogado, lo digo como ciudadano, lo digo como argentino, como docente, como un Segismundo más que teme despertar mañana encerrado una vez más. Y lo digo porque silencio nos hace cómplices y el que calla -muchas veces- consiente, en otras palabras, acostumbrarse y/o no denunciar a viva voz la injusticia te vuelve también un injusto. ¿Hacen falta más razones?

viernes, 1 de abril de 2011

Decálogo del abogado

Eduardo Juan Couture Etcheverry (1904-1956) fue un prestigioso abogado y profesor uruguayo que se destacó como autor de numerosos libros, sobre todo en materia de derecho procesal civil.
Lo traigo a colación porque nos parece apropiado comenzar este blog con un extracto de su obra "Los mandamientos del abogado", en ella, Couture, desarrolla diez "mandamientos" que debe cumplir todo abogado en el ejercicio de su profesión:
1) ESTUDIA. El derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos, serás cada día un poco menos abogado”
2) PIENSA. El derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando”
3) TRABAJA. “La abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la justicia”
4) LUCHA. Tu deber es luchar por el derecho; pero el día que encuentres en conflicto el derecho con la justicia, lucha por la justicia”
5) SÉ LEAL. “Leal para con tu cliente, al que no debes abandonar hasta que comprendas que es indigno de ti. Leal para con el adversario, aun cuando  él sea desleal contigo. Leal para con el juez, que ignora los hechos y debe confiar en lo que tú le dices; y que, en cuanto al derecho, alguna que otra vez, debe confiar en el que tú le invocas”
6) TOLERA. Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea tolerada la tuya”
7) TEN PACIENCIA. “El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración”
8) TEN FE. Ten fe en el derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana; en la justicia, como destino normal del derecho; en la paz, como sustituto bondadoso de la justicia; y sobre todo, ten fe en la libertad, sin la cual no hay derecho, ni justicia, ni paz”
9) OLVIDA. La abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueras cargando tu alma de rencor, llegará un día en que la vida será imposible para ti. Concluido el combate, olvida tan pronto tu victoria como tu derrota”
10) AMA TU PROFESIÓN. Trata de considerar la abogacía de tal manera que el día en que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor para ti proponerle que se haga abogado”
Es este el humilde inicio que quisimos darle a este blog, espero que tanto ésta como las entradas venideras sean de su agrado para así contar con su compañía en este espacio (virtual) al que hoy damos inicio.


Estudio Jurídico OTRINO
Monseñor Zaspe N° 3225 - 3000 - Santa Fe
Argentina